Dos oceanógrafos chilenos descendieron durante tres horas para poder descubrir lo que había en la profundidad de la fosa
Los chilenos Osvaldo Ulloa y Rubén Escribano, director y subdirector respectivamente del Instituto Milenio de Oceanografía, lograron bajar 8000 metros dentro de la fosa de Atacama, un lugar que nunca había sido visto directamente por otro ser humano.
Ambos científicos descendieron junto al explorador estadounidense Víctor Vescovo durante tres horas hasta llegar a lo más hondo de la fosa, ubicada frente a las costas de Chile y Perú.
Allí observaron diferentes especies que convivían en un entorno muy oscuro. Entre esas, encontraron corales de agua fría y una solitaria estrella de mar que no son características de este entorno.
Además, pudieron ver grandes grupos de poliquetos, crustáceos anfípodos que no se habían encontrado en esas cantidades dentro de otra fosa y extraños animales que apenas están empezado a estudiarse.
Dentro de la expedición aprovecharon para realizar mapas de alta resolución de varios trechos de la fosa que podrán usar para determinar el lugar óptimo donde instalar los sensores que harán parte del primer sistema de observación anclado al océano profundo.
Esto es de suma importancia porque la información se usará para entender mejor las causas de los fenómenos naturales y los efectos del cambio climático en la profundidad.
NTN24.com