La final del Open de Australia entre Rafa Nadal y Daniil Medvedev tuvo un serio incidente de seguridad que, aunque apenas duró unos segundos, puso a todos los presentes (empezando por los tenistas) en alerta.
Ocurrió en el noveno juego del larguísimo segundo set del encuentro. Estaba a punto de sacar Nadal cuando una espontánea saltó de la grada en la zona de Medvedev. En la mano llevaba una lona con un mensaje que, inicialmente, no se leyó, pero que tenía una frase muy elocuente: «Stop a las detenciones de los refugiados».
Los servicios de seguridad del Open de Australia actuaron con prontitud, tanto para proteger a los tenistas, como para llevarse al espontáneo.
En la mente de los más veteranos estaba lo ocurrido con Mónica Seles en 1993, cuando un fan con problemas mentales saltó en la pista del torneo de Rotterdam y la apuñaló. Aquí en Australia no ha habido que lamentar semejante resolución, por suerte para todos los presentes.
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