El gobierno de Perú ordenó este lunes a la compañía española Repsol que paralice la carga y descarga de hidrocarburos en buques, 16 días después del derrame de casi 12.000 barriles de crudo en el mar, medida que fue calificada por la empresa como «desproporcionada e irrazonable».
«Se ha dictado la paralización de cargas y descargas de hidrocarburos en el mar peruano de parte del operador Repsol», dijo el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez.
El ministro precisó en una rueda de prensa que la petrolera no podrá retomar estas actividades «hasta que se brinde garantías técnicas de que no se va a producir otro daño en el mar de los peruanos».
El derrame del 15 de enero, calificado como «desastre ecológico» por el gobierno peruano, ocurrió mientras el buque tanque «Mare Doricum», de bandera italiana, descargaba en la refinería de La Pampilla en Ventanilla, 30 km al norte de Lima, propiedad de Repsol. La compañía atribuyó el hecho a la agitación del mar por la erupción volcánica en Tonga.
El sábado, el canciller peruano, Oscar Maúrtua, había adelantado que el gobierno de Lima le iba a imponer una «drástica sanción» a Repsol y afirmó que la empresa había «mostrado una actitud probablemente dolosa» y «falta de transparencia».
Repsol abastece el 40% de combustible a Perú
«Repsol confirma que ha recibido la notificación» que ordena paralizar la carga y descarga de hidrocarburos desde buques, dijo este lunes la empresa en un comunicado.
«La compañía, sin perjuicio de no compartir la resolución por considerarla desproporcionada e irrazonable, pero en aras de garantizar el suministro de sus productos, expresa su plena disponibilidad de colaboración con las autoridades peruanas», añadió.
La petrolera destacó que «la Refinería La Pampilla abastece el 40% del mercado peruano de combustibles y, por ello, Repsol realizará los mayores esfuerzos para evitar el riesgo de desabastecimiento» de combustibles.
El viernes la justicia peruana prohibió salir del país por 18 meses a cuatro directivos de la petrolera española -un español y tres peruanos- y ordenó la «incautación» del buque tanque involucrado, que permanece fondeado a seis millas del puerto del Callao.
«La compañía no ha presentado acciones claras de limpieza ni remediación frente a lo ya sucedido», sostuvo el ministro Ramírez este lunes en la rueda de prensa.
Limpieza de Playas
Cientos de brigadistas están limpiando afanosamente una veintena de playas tras el derrame. Entre ellos hay personal contratado por Repsol, militares y voluntarios.
La petrolera destacó que «usa la tecnología satelital más avanzada y herramientas de inteligencia artificial para monitorear el progreso de las labores de limpieza» en la costa peruana.
El derrame mató a un número indeterminado de aves marinas y tiene a muchas otras que anidaban en islas de una reserva natural en riesgo de morir de hambre o por intoxicación.
Con petróleo en sus alas, las aves no pueden volar ni alimentarse. Además, su plumaje pierde su condición térmica por lo que sufren hipotermia, según los especialistas.
Otras aves que no están «empetroladas» han comido peces contaminados con el crudo y murieron intoxicadas, dijeron a la AFP especialistas del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp).
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