Luego de meses de rumores sobre su estado, la reina Isabel II regresó a sus actos oficiales y admitió que tiene problemas de salud.
La cuenta del Palacio de Buckingham compartió las imágenes de una reunión de la monarca en el Castillo de Windsor, junto a los secretarios y servicios de defensa británicos. Allí, como en otras ocasiones se mostró acompañada de un bastón.
«Como pueden ver, no puedo moverme», se le escuchó decir en una grabación, señalando su pie o pierna izquierda, la zona que le causaría las molestias, recogió RT.
A sus 95 años, se convirtió en la monarca más longeva del Reino Unido, superando a la reina Victoria.
Pese a que es muy activa con sus compromisos reales, los médicos le recomendaron desde hace algunos meses, mantener las tareas de despacho menos gravosas, así como realizar audiencias virtuales.