Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) tratan este lunes de dar un impulso político al acuerdo para sancionar el petróleo ruso, tratando de mantener un equilibrio para que no se vean perjudicados países muy dependientes de esas exportaciones, como Hungría, que por el momento veta esa medida restrictiva.
“Lo que sí tenemos que tener es un equilibrio entre dos cosas: por un lado, hay que evitar a toda costa que (el presidente ruso) Vladímir Putin pueda financiar su guerra con capitales europeos, pero también debemos evitar que la guerra de Vladímir Putin pueda desestabilizar Estados europeos que son especialmente dependientes”, afirmó ante la prensa a su llegada al Consejo de la UE el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares.
Albares aseguró que “vamos a buscar ese equilibrio” pero que “la posición de España es muy clara: apoyar las medidas que están encima de la mesa”, en referencia a la propuesta del 4 de mayo de la Comisión Europea de un sexto paquete de sanciones contra Rusia que incluya la prohibición de importar su petróleo en seis meses y, el refinado, en ocho meses.
Desde entonces, los Veintisiete no han logrado la unanimidad necesaria para concretar ese sexto paquete, que prevé también sanciones a grandes bancos rusos y medidas selectivas contra el patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Rusia o responsables de atrocidades en Ucrania.
Aunque se ofreció ampliar los plazos de veto a las importaciones de crudo ruso para Hungría o Eslovaquia, muy dependientes de ellas, principalmente Budapest sigue oponiéndose a la medida.
Esos dos países insisten en extender más el periodo de transición y solicitan dinero para financiar nuevas infraestructuras.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo a su llegada a la reunión que no puede “garantizar” que se vaya a llegar a un acuerdo porque las posiciones se mantienen muy firmes.
Además, reconoció que los países más dependientes del petróleo ruso tienen un problema “objetivo” al no contar con salida al mar y recibir el carburante solo por oleoductos.
El ministro checo, Jan Lipavsky, cuyo país también ha pedido más tiempo para desengancharse del petróleo ruso, dijo que van a seguir negociando.
“Estoy deseando escuchar los argumentos de Hungría y qué soluciones pueden encontrarse para hacer posible la adopción del sexto paquete. Creo que lo necesitamos, lo necesitamos ahora”, insistió el ministro rumano, Bogdan Aurescu.
“Hay dificultades con algunos temas y con cada paquete de sanciones será aun más difícil. Es comprensible (…) Estamos es una situación de confrontación y, hasta ahora, la UE ha logrado una imagen increíble de unidad y debemos esforzarnos por mantenerlo así”, dijo por su parte el ministro austriaco, Alexander Schallenberg, que abogó por mantener la discusión a puerta cerrada, porque “debemos saber que Rusia nos observa”.
La titular alemana, Annalena Baerbock, afirmó que “este paso de eliminar los combustibles fósiles de la energía rusa solo podemos darlo juntos en Europa”, y pidió «que no nos dejemos dividir ni un milímetro, sino que sigamos trabajando juntos con espíritu de confianza”.