El presidente de Irán el lunes juró vengar el asesinato de un coronel de la Guardia Revolucionaria abatido a tiros un día antes en el corazón de Teherán, un ataque aún misterioso contra la poderosa fuerza paramilitar del país.
El presidente iraní Ebrahim Raisi elogió al coronel Hassan Sayyad Khodaei como un mártir y culpó a “la mano de la arrogancia global”, una referencia a Estados Unidos y sus aliados, incluido Israel.
De momento nadie se ha atribuido el asesinato, perpetrado el domingo por la tarde por dos hombres desconocidos que iban en una motocicleta en marcha. Khodaei recibió cinco tiros cuando se encontraba en un automóvil, un SAIPA Pride sin blindaje, uno de los vehículos iraníes más baratos y comunes.
Pero el estilo del osado ataque tiene el sello de los asesinatos anteriores en Irán atribuidos a Israel, como los realizados contra científicos nucleares del país.
“No tengo ninguna duda de que la venganza contra los criminales por la sangre de este mártir está asegurada”, dijo Raisi en el aeropuerto, antes de salir de Teherán para una visita de Estado al sultanato de Omán, un Estado estratégico del Golfo Pérsico que tradicionalmente media entre Teherán y Occidente.
Sus declaraciones señalaron la prominencia de Khodaei en la turbia estructura de la Guardia Revolucionaria, que ejerce un amplio control dentro de Irán y en todo el Medio Oriente a través de las milicias aliadas. En otra señal más del poder de Khodaei, el ayuntamiento de Teherán anunció que nombraría una calle en su honor.
La Guardia identificó a Khodaei como un “defensor del santuario”, una referencia a los iraníes que luchan contra el grupo extremista Estado Islámico en Siria e Irak dentro de la fuerza de élite Quds, la cual supervisa las operaciones en el extranjero.
MSN