La exprincesa de Catar de 46 años, Kasia Gallanio, fue encontrada muerta en su casa en Marbella, España, en la noche del domingo 29 de mayo, pero las autoridades confirmaron su deceso hasta este martes 31 de mayo.
De acuerdo con el medio francés Le Parisien, una de las hijas de la exmiembro de la realeza árabe fue quien pidió a las autoridades que ingresaran a la vivienda, pues no se había podido comunicar con su madre en cerca de cuatro días.
Al entrar a la vivienda, las autoridades encontraron el cuerpo de la mujer fallecida, pero, en una primera inspección, no se registraron señales de violencia, informó el diario francés.
El cuerpo fue trasladado por las autoridades a un centro médico para llevar a cabo la autopsia y se espera que en el transcurso de este martes se conozcan las causas de la muerte de la exprincesa; las primeras investigaciones apuntan a que ser habría producido por una sobredosis de drogas.
La exprincesa libraba una batalla legal desde hace varios años con su expareja, Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani, por la custodia de sus tres hijas, dos de ellas gemelas.
Inicialmente, el miembro de la realeza catarí se quedó con la custodia de sus hijas, porque alegó que su expareja tenía problemas de alcohol y no podía hacerse cargo de sus hijas.
Sin embargo, la mujer negó las acusaciones y pedía la custodia de las menores, alegando que Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani había abusado de sus hijas, que en su momento tendrían 9 y 15 años; hechos que él ha negado varias veces.
Las tres hijas de la pareja vivían con su padre en una lujosa mansión de la avenida Montaigne de París, luego de que el miembro de la realeza se refugió en Francia tras dejar su cargo de ministro de Petróleo y Finanzas de Catar.
Sin embargo, según el diario francés, durante una temporada, dos de sus hijas decidieron visitar a su madre en España y al regresar su padre no quiso recibirlas, por lo que viven en modestos hoteles en París, mientras su hermana menor continúa con su padre, pero ya no va a la escuela.
A pesar de haber nacido en Estados Unidos, Gallanio vivía en España desde hace varios años y luchaba contra sus problemas de depresión, que fueron generados precisamente por los líos judiciales con su expareja.
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