Marcelo Camilo, de 36 años, fue asesinado por su jefe de dos puñaladas en su pecho cuando tomó café en un horario no permitido en la fábrica en la que trabajaban en Porto Alegre, Brasil.
El hombre y su jefe comenzaron a discutir por el café. De pronto, en medio de ese altercado, el supervisor tomó un objeto cortopunzante y lo clavó un par de veces en el pecho del empleado; causándole heridas de gravedad, una de ellas en corazón.
En las cámaras de seguridad del lugar se ve el momento en el que Marcelo Camilo sale de la oficina herido; mientras es seguido por el presunto agresor que no le presta auxilio y abandona el lugar tranquilamente.
Al ser trasladado de emergencia al Hospital Unimed de San Leopoldo; los médicos indicaron que Marcelo Camilo falleció como consecuencia de la gravedad de las heridas, la pérdida de sangre, y tres paros cardiacos.
El agresor, cuya identidad no fue revelada, aún se mantiene prófugo de las autoridades. Tenía antecedentes y denuncias por amenazas en contra de sus compañeros, reseñó la revista Semana.
Además, las autoridades informaron que se inició una investigación para determinar si el objeto utilizado en el crimen era una herramienta del trabajo o pertenecía al sospechoso.
La empresa en la que trabajan las dos personas se puso a disposición de los cuerpos de policía con el objetivo de que el crimen fuese resuelto.
Y también precisó que están brindando «toda la asistencia a la familia de Marcelo Camilo».