Como parte de su estrategia para detener el incremento de la inflación, el banco central estadounidense elevó la tasa de referencia de los préstamos en 0,75 puntos porcentuales, a un rango entre 1,5% y 1,75%.
El incremento, el tercero que hay desde marzo, se produce después de que la inflación aumentara inesperadamente el mes pasado. Es probable que haya más aumentos, dijo la Reserva Federal.
La última vez que la Fed anunció una subida de tipos de esta magnitud fue en 1994.
Los pronósticos de la institución indican que las tasas de interés alcanzarán el 3,4% para fines de año, un movimiento que afecta a los estadounidense en aspectos como mayores costos de endeudamiento para tarjetas de crédito o hipotecas.
Y a nivel mundial, muchos bancos centrales nacionales siguen las medidas de EE.UU., lo cual marca un cambio para la economía global, ya que en los últimos años las empresas y los hogares han disfrutado de préstamos a bajo costo.
«La mayoría de los bancos centrales de las economías avanzadas y algunos bancos centrales de mercados emergentes están ajustando la política de manera sincronizada. Ese es un entorno global al que no nos hemos acostumbrado en las últimas décadas, y eso representará ramificaciones para el sector empresarial y para los consumidores en todo el mundo», dijo Gregory Daco, economista jefe de la consultora de estrategia EY-Parthenon.
Brasil, Canadá y Australia también han aumentado las tasas, mientras que el Banco Central Europeo ha esbozado planes para hacerlo a finales de este verano.