César Alfredo Romero Chávez, cabecilla de la infame Mara Salvatrucha (MS-13) de El Salvador, fue condenado a un total de 1.090 años de cárcel, en el proceso del presidente Nayib Bukele por hacerle frente a la situación de las pandillas criminales en ese país.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República, Romero “es el responsable de 24 casos de homicidio agravado. Los cuerpos de las víctimas fueron enterrados en cementerios clandestinos”. La Fiscalía también señaló que en el proceso judicial, que duró dos meses, recibieron sus condenas otros 93 miembros de la MS-13 por un total de 54 delitos graves.
“Fue encontrado culpable de múltiples delitos y condenado a 1.090 años de cárcel”, puntualizó la entidad, tras una suma de cada crimen cometido, entre los que se encuentran asesinar a dos policías y el hijo de un periodista, todos cometidos entre 2016 y 2019.
Sin embargo, pese a la elevada condena, hay que mencionar que el Código Penal de El Salvador establece que la pena máxima de permanencia en la cárcel es de 60 años.
Todo esto ocurre en el marco de la guerra contra las pandillas en El Salvador, con el Congreso de ese país extendiendo al menos hasta fines de julio un régimen de excepción, que permite detenciones sin orden judicial.
Esta medida inició a fines de marzo, luego de que ocurrieran 87 asesinatos en tan solo un fin de semana, todos atribuidos a actividades de las pandillas.
El Parlamento también ha endurecido las penas por pertenecer a estas organizaciones, principalmente la MS-13 y Barrio 18. Antes, unos 16.000 miembros de estas pandillas se encontraban encarcelados, pero con las detenciones de los últimos tres meses estarían tras las rejas 59.086, lo que equivale a un 84% de los 70.000 miembros que oficialmente se considera existen en el país.
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