Tras la publicación de la renuncia del ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, la tarde de este sábado, el presidente Alberto Fernández llamó a una reunión de urgencia en la Quinta de Olivos para discutir las acciones a tomar en medio de la crisis interna en el Gobierno.
En la reunión se encuentran presentes la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello y Sergio Massa, tercer fundador del Frente de Todos entre otras autoridades.
Con el pasar de las horas prácticamente todos los funcionarios del Gabinete económico se han solidarizado con Guzmán y también presentaron sus cartas de renuncia.
Entre los que han entregado sus cargos se encuentran: Raúl Enrique Rigo de Hacienda, Roberto Arias de Política Tributaria, Fernando Morra secretario de Política Económica, quienes han publicado las notas oficiales y los comunicados en sus respectivas redes sociales.
La renuncia de Martín Guzmán
El ministro de Economía publicó su renuncia al cargo en un extenso texto que dio a conocer a través de su cuenta de Twitter, en el que aseguró que a pesar de su retirada continuará “trabajando y actuando por una Patria más justa, libre y soberana».
En la carta el exministro le agradece la confianza y la oportunidad en el cargo al presidente Alberto Fernández y enumeró algunas de las dificultades atravesadas.
«Al asumir nuestro gobierno, Argentina se encontraba sumida en una profunda crisis económica, social y de deuda, y a ello se le agregó primero una pandemia global y luego la actual guerra en Ucrania, que han sido profundamente disruptivas del funcionamiento del sistema económico internacional».
Recordó que durante este mismo año se llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar la deuda tomada en 2018-2019, resaltando que el acuerdo tuvo características excepcionales.
«Por la nueva legislación que nuestro propio gobierno había propuesto, por primera vez en la historia un acuerdo con el FMI tuvo que ser sometido a la consideración del Congreso de la Nación para su aprobación, que finalmente ocurrió con 80% de votos afirmativos» afirmó Guzmán.
Destacó que más allá de las “incertidumbres” que generaron divisiones en el Congreso, el proceso constituyó un paso histórico hacia adelante para el país.
En el texto invitó al presidente a impulsar un acuerdo político dentro de la coalición gobernante. “Eso ayudará a que quien me suceda pueda llevar adelante las gestiones conducentes al progreso económico y social con el apoyo político que es necesario para que aquellas sean efectivas”, puntualizó.
Tensiones insostenibles
La renuncia se da en medio de una creciente crisis económica y discrepancias con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien desde que se firmó el acuerdo con el FMI aseguraba que el ahora exministro había condenado al país a un fuerte ajuste fiscal, profundizado la crisis económica y complicando las posibilidades electorales del oficialismo para las elecciones generales a realizarse el próximo año.
Kirchner esperaba que las políticas del Gobierno fueran más duras con el FMI. Ella pedía una quita del capital y plazos más largos, mientras que denunciaba que el organismo había intentado financiar la reelección de Macri con un crédito que el país no podía devolver.
La vicepresidenta alegaba que el exministro con su política de austeridad fiscal y reducción del consumo interno había promovido la derrota electoral de las elecciones legislativas de medio término, en donde se sintió la ausencia del voto tradicionalmente peronista, que se centra en los sectores más empobrecidos del país.
En las últimas semanas la presión aumentó sobre Guzmán, además del desgaste por el repunte inflacionario y otros frentes de la economía. El pasado jueves el ministro de Desarrollo de la Provincia y vocero de La Cámpora Andrés Larroque, criticó la gestión de Martín Guzmán, asegurando que no había mucho que esperar “de ese lado”, exhortando además al Gobierno a resolver la inflación, discutir cómo se financia el Estado y buscar soluciones para que el Banco Central acumule reservas. “Hay que recuperar la estabilidad y la credibilidad del sector de la sociedad que tenía expectativas en este Gobierno», afirmó Larroque.
Este mismo sábado la vicepresidenta Cristina Fernández quien realizaba un acto justo en el momento en el que Guzmán presentaba su renuncia, expresó que “el déficit fiscal no era el responsable de la inflación” apuntando contra el exministro durante la conmemoración del 48 aniversario del fallecimiento de Juan Domingo Perón.
El futuro del país
Economistas argentinos analizan los diversos escenarios que se avecinan para el país en medio de esta renuncia, asegurando que la gestión económica de los próximos meses necesita cambios significativos.
Según Pablo Besmedrisnik integrante de Invenomica Consultora, la nación “está transitando un período de fuerte estrés financiero donde los desequilibrios macroeconómicos están saliendo a la luz” y resaltó la importancia de que la persona que sea elegida para sustituir a Guzmán tenga una amplia capacidad de generar acuerdos entre los diferentes sectores sociales y políticos.
Para el economista jefe del instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), Alfredo Gutiérrez, la renuncia del ministro era una probabilidad que había aumentado en las últimas semanas, en medio de una situación de conflicto dentro de la coalición de Gobierno que repercute sobre la economía “una economía que no tiene demasiados márgenes, no tiene demasiados colchones para soportar este tipo de tensiones”.
«Si uno mira la situación de reservas y la situación del sistema financiero lo que pasó en los últimos 15 días fue suficientemente claro y el hecho de haber tenido que poner el súper cepo a las importaciones, con el costo que eso implicó para el sector productivo, es un claro ejemplo de que estamos en una situación que no puede prolongarse mucho tiempo» expresó el economista del IAEF.
El Ejecutivo de Alberto Fernández atraviesa su índice de aprobación más bajo desde que asumió la presidencia en el año 2019, además de un complicado contexto económico con pocas reservas en dólares, una inflación que posiblemente cierre en un 80% y un conflictivo mercado cambiario.