El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue recibido en Jeddah este 15 de julio por el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salman, en una visita crucial con la que Washington espera reparar los lazos con el reino rico en petróleo del que dijo quería convertir en “paria”, tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. Biden también busca un acercamiento entre Riad y su aliado Israel, al que prometió ayudar en su integración en la región.
Una espinosa pero estratégica cooperación diplomática y energética. Joe Biden llegó a Arabia Saudita y espera estrechar relaciones con la antigua aliada de su país con la que marcó distancia.
El mandatario estadounidense estrechó la mano del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman Abdulaziz, en el palacio real poco después de su arribo a Jeddah, la última parada de su gira por Medio Oriente en la que espera restablecer los lazos con el reino petrolero.
El flujo del suministro mundial de petróleo, que atraviesa un alza de precios, podría depender de la relación entre el presidente de la principal potencia y el monarca saudita.
La cita resulta desafiante. Biden aseguró que deseaba hacer de Arabia Saudita un Estado «paria» debido a las violaciones de derechos humanos, principalmente tras el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi, radicado en Estados Unidos.
Según las investigaciones de las agencias de inteligencia de EE. UU., el reportero fue torturado por hombres enviados por Riad, en una visita que hizo al consulado de su país, en Turquía. El monarca habría aprobado el homicidio.
“Mis puntos de vista sobre Khashoggi han sido absoluta y positivamente claros. Y nunca me he callado al hablar de derechos humanos (…) Sin embargo, la razón por la que voy a ir a Arabia Saudita es mucho más amplia. Es para promover los intereses de Estados Unidos, de una manera que creo que tenemos la oportunidad de reafirmar porque creo que cometimos un error al alejarnos de nuestra influencia en el Medio Oriente”, aseguró Biden previo al encuentro.
Según la Casa Blanca, la reunión también incluirá conversaciones sobre derechos humanos, pero las preocupaciones en esta materia se han visto eclipsadas por las problemáticas globales como la actual crisis energética tras la invasión de Rusia a Ucrania y la agresión iraní en el Medio Oriente.
Biden también buscará cumplir con su promesa a Israel de respaldar su integración en la región tras décadas de tensiones y conflictos. Con ese objetivo en la mira, el líder de la Casa Blanca intentará un acercamiento entre Riad y su nación aliada.
Al mismo tiempo, el reino busca reforzar su relación de seguridad con Estados Unidos e inversiones para transformar su economía en una que dependa menos de los hidrocarburos.
Por ahora, la visita del presidente estadounidense es considerada por algunos expertos como una victoria para el príncipe Mohamed.
Su ascenso al poder marcó el comienzo de una nueva era para el reino, en momentos en que trabaja para construir una industria militar y de armas y dejar de depender del petróleo como principal fuente de ingresos.
Con Reuters y AP