Los colegios abrieron a las 06H00 y cerrarán a las 22H00 hora local para permitir mayor afluencia de votantes.
Más de 9.2 millones de tunecinos están habilitados para asistir al primer referendo constitucional en la historia de ese país africano, que se realiza este lunes luego de convocarse en junio pasado por el presidente Kais Saied.
De acuerdo con medios de prensa, para el sufragio se instalaron más de 11.000 centros en Túnez y otras naciones, en las que están empadronados 348.876 nacionales radicados en la diáspora.
Los colegios abrieron a las 06H00 y cerrarán a las 22H00 hora local para permitir mayor afluencia de votantes. Miles de observadores nacionales y extranjeros supervisan el proceso, mientras que unos 84.000 agentes custodian los centros de voto.
Según reportes de prensa, el referendo transcurre con tranquilidad aunque hay poca afluencia a las urnas. La Instancia Superior Independiente Electoral publicó que hasta las 09H30 hora local solo habían votado 564.753 electores (6,32 por ciento de los empadronados).
Reportes periodísticos dan cuenta de que el referendo levanta polémica. El país se halla en estado de excepción y su Parlamento fue disuelto un año atrás por el mandatario, quien cesó al entonces primer ministro, Hichem Mechichi.
Sectores de la sociedad tunecina objetaron esas decisiones y acusaron a Saied de dar un golpe de Estado y querer arrogarse facultades dictatoriales.
Durante el referendo los ciudadanos deben responder si aceptan o no un borrador constitucional que, aunque fue publicado en un diario tunecino el 30 de junio pasado, se elaboró a puertas cerradas y no por una convención constituyente, como ocurrió con la actual Constitución, elaborada en 2014 en un proceso abierto.
Medios de prensa señalan que, según juristas, el borrador introduce un sistema ultrapresidencialista y no deja garantías para la separación de poderes. Tampoco se ha precisado de manera pública cuándo deben estar los resultados.
Al ejercer el voto en la ciudad de Ariana, cercana a Túnez (capital), Saied acusó a la oposición de boicotear el referendo, para lo cual han prendido incendios en varias zonas del país y pagado a ciudadanos para que no vayan a votar, según dijo.
Expresó que los opositores, a quienes llamó traidores vendidos a intereses foráneos, siembran la desesperación para que el pueblo se aleje de los asuntos públicos.
Además, señaló que “esas conspiraciones tienen lugar desde enero de 2011”, en referencia a las protestas que en ese año obligaron a la dimisión del presidente Zine el Abidine ben Alí, enmarcadas durante los sucesos conocidos como Primavera Árabe.