La coalición de centro-derecha de Italia, liderada por Giorgia Meloni, ganó las elecciones generales celebradas este 25 de septiembre, con 44 % de los votos, frente al 26 % del bloque de izquierda y el 15,5 % del Movimiento Social Italiano (MSI).
El bloque derechista conformado por los partidos Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), Lega, Forza Italia y Noi Moderati es el vencedor de estos comicios, siendo el movimiento de Meloni el que consiguió la mayoría absoluta.
La líder del posfascismo, antieuropeísta y nacionalista, en su primera aparición hizo un discurso muy medido y sin tonos triunfalistas en el que aseguró gobernar «para que los italianos puedan estar orgullosos de ser italianos».
Sin embargo, durante un acto del partido español VOX en Marbella, cargo contra la Unión Europea (UE), la migración, el aborto, la ideología de género y los lobbies LGTB.
“No hay mediaciones posibles, o se dice sí o se dice no. Sí a la familia natural, no a los lobbies LGTB, sí a la identidad sexual, no a la ideología de género, si a la cultura de la vida, no al abismo de la muerte, si a la universalidad de la cruz, no a la violencia islamista, si a fronteras segura, no a la migración masiva, si al trabajo a nuestros ciudadanos, no a las grandes financistas internacionales, si a la soberanía de los pueblos, no a los burocrátas de Bruselas, y sí a nuestra civilización y no a quienes quieren destruirla”, sentenció.
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