El ataque con varios artefactos incendiarios con elementos pirotécnicos contra un centro de recepción de migrantes en Dover, en el sur de Inglaterra, el domingo pasado, fue un «acto terrorista” motivado por una «ideología terrorista de extrema derecha”, anunció este sábado (05.11.2022) la policía antiterrorista británica a cargo de la investigación.
«Tras haber estudiado las pruebas recolectadas hasta ahora, y con elementos importantes que indican que la salud mental (del sospechoso) es ciertamente un factor, estoy convencido de que las acciones fueron en principio motivadas por un extremismo ideológico, lo que corresponde a la definición de un acto terrorista», declaró Tim Jacques, alto responsable de la policía antiterrorista británica, citado en un comunicado.
El citado cuerpo policial indicó, además, en un comunicado divulgado esta jornada que «varios testigos significativos han hablado durante el curso de la investigación y se han recuperado varios objetos de interés, como dispositivos de medios digitales». La policía determinó que el sospechoso había llegado solo en un automóvil antes de lanzar los artefactos. Ese día, dos agentes resultaron levemente heridos y 700 migrantes tuvieron que ser trasladados temporalmente a otro lugar.
Suicidio en el auto
El sospechoso, Andrew Leak, un hombre de 66 años -que vivía en High Wycombe, en el condado inglés de Buckinghamshire, al noroeste de Londres-, fue encontrado muerto en su automóvil poco después del ataque. Un testigo señaló que el hombre condujo hasta una estación de servicio cercana, ató una soga improvisada a un poste metálico y aceleró su vehículo, quitándose la vida.
«Por el momento no hay nada que sugiera que el hombre implicado haya planificado o realizado el ataque con otras personas. Nada sugiere tampoco la existencia de una amenaza más amplia», precisó la policía.
Este ataque se produjo en el momento en que el Reino Unido registra un récord de llegadas de migrantes a las costas meridionales del país, a bordo de pequeñas embarcaciones. Cerca de 40.000 migrantes ya han cruzado el peligroso Canal de la Mancha desde principios de año, mucho más que en todo 2021.
DZC (AFP, EFE)