Un bebé murió en un ataque ruso que alcanzó una maternidad en la región de Zaporiyia (Ucrania). En el lugar se encontraban, además de la criatura, un médico y la madre del bebé, que resultó herida, informó el presidente ucraniano Volodimir Zelenski en su cuenta Telegram.
«En la noche del 23 de noviembre, en la ciudad de Vilniansk, región de Zaporiyia, un edificio de dos pisos que incluía una maternidad fue destruido por un ataque con cohetes en el sector del hospital local», se informó. «Debido al ataque, un bebé nacido en 2022 murió», precisó el servicio estatal ucraniano para las situaciones de emergencia en su cuenta Telegram.
«El Estado terrorista continúa la guerra contra los civiles», aseguró Zelenski, refiriéndose a Rusia. «El enemigo decidió una vez más tratar de lograr mediante el terror y el asesinato lo que no pudo lograr en nueve meses» desde su invasión de Ucrania, agregó Zelenski.
Los servicios de emergencia difundieron un vídeo en el que se ve a los socorristas intentando sacar a un hombre semienterrado entre los escombros.
A nueve meses de su comienzo, la guerra en Ucrania ya se cobró la vida de 438 niños, luego de que uno más muriera en la madrugada del miércoles, según publicó la Fiscalía General ucraniana en Telegram.
«Hasta la mañana del 23 de noviembre de 2022, más de 1.279 niños se vieron afectados en Ucrania como resultado de la agresión armada a gran escala de la Federación Rusa», informó la Fiscalía.
Además, según la información oficial de los fiscales de menores, «438 niños fueron asesinados y al menos 841 resultaron heridos”.
En ese mismo sentido, se aclaró que las cifras no son definitivas. Informaron que aún se realizan trabajos para determinar el número real de muertes en las áreas en las que el enfrentamiento bélico se mantiene activo entre ambos bandos.
Tampoco los fiscales pueden confirmar las muertes en los territorios que están ocupados por los rusos y en los que fueron libertados en las últimas semanas. Los fiscales destacaron la muerte de un bebé recién nacido esta madrugada, cuando fue atacada una sala de maternidad de un hospital en Vilniansk, en la región de Zaporiyia.