Camilla, la reina consorte, puso punto final a la tradición de tener damas de compañía. En su lugar, recibirá ayuda de «compañeras de la reina».
Esto no solo significa una modernización en la forma en que se denomina a estas seis mujeres, sino que estas la asistirán con menos regularidad que la que requería el antiguo rol.
Estos puestos honorarios involucran ayudar a la reina consorte en eventos públicos.
A diferencia del papel que desempeñaban las damas de honor o damas de compañía, el nuevo puesto no incluye ocuparse de la correspondencia o tareas administrativas.
Reemplazar el rol de las damas de honor significa el fin de una tradición de la vida en la corte que se remonta a la Edad Media, y que le permitía a la reina apoyarse en personas de su entorno que provenían por lo general de familias aristocráticas, y que muchas veces se veían envueltas en intrigas palaciegas.
Las nuevas «compañeras» tendrán un puesto más ocasional e informal, a fin de ayudar a la reina consorte en los compromisos oficiales, pero no se encargarán de responder cartas ni de la planificación del día a día.
Este rol (así como el anterior) no tiene un sueldo, pero los gastos están cubiertos.
Esto ocurre justo en el momento en que Lady Susan Hussey, quien era dama de compañía de la difunta reina Isabel II, se tuvo que disculpar y renunciar a su cargo honorario en la casa real británica luego de hacer comentarios que fueron tachados de «racistas». Preguntó repetidamente a Ngozi Fulani, fundadora de una organización benéfica británica que apoya a mujeres de ascendencia africana y caribeña «de dónde era realmente».