Con la certeza que no va a llover en próximos días, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, adelantó las medidas que tomará su gobierno para brindarle a la población el suministro de agua necesario. Los reportes diarios que le brindarán a la población tendrán la activa participación y responsabilidad del gobierno nacional, el ministerio de Salud y Obras Sanitarias del Estado (OSE). Por otra parte, el anuncio de “emergencia hidríca” busca agilizar la burocracia que atraviesan las compras esenciales para la obra que busca crear un embalse en el río San José.
En una reunión de urgencia, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, convocó a una reunión en la Torre Ejecutiva con las autoridades responsables para enfrentar la crisis. Ante la certeza que no habrá lluvias en el mediano plazo cada uno de los referentes realizaron un balance de la situación y una perspectiva a futuro. Como resultado, el primer mandatario anunció lo que nadie quería escuchar: “emergencia hídrica”.
“Vamos a mantener informada a la población de la calidad del suministro, (y) eventualmente de los días que puedan quedar de determinada cantidad de agua por delante”, adelantó Lacalle Pou. Los anuncios se divulgarán de manera centralizada ya sea por el propio jefe de Estado o por el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado.
En una conferencia de prensa, Lacalle Pou también informó la exoneración de impuestos al agua embotellada y el comienzo de la construcción de una represa que en unos 30 días ofrecerá una nueva fuente de potabilización. «En virtud de esta exoneración de impuestos, suponemos que el precio tiene que bajar. Sin los impuestos que se cobran debería haber una baja sensible», señaló.
“Acabamos de decretar la emergencia hídrica para la zona metropolitana. Eso nos habilita en las obras que estamos comentando (a) tener procesos jurídicos más rápidos y más sencillos y, también, al mismo tiempo, estamos exonerando de impuestos al agua embotellada”, detalló el primer mandatario.
Ante este panorama, el oficialismo tiene dos caminos: la rebaja del Impuesto Específico Interno (Imesi) que si bien se aplicó vía decreto, el descuento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) debe hacerse por ley. Ante este panorama y con el anuncio de “emergencia hídrica”, Lacalle Pou intentará que la vicepresidenta y presidenta de la Asamblea General, Beatriz Argimón, pueda agilizar el tratamiento parlamentario lo más rápido posible.
«No se va a cortar el suministro de agua. Por ende, el escenario lo que puede derivar es en una peor calidad», indicó Lacalle Pou consultado sobre cuál sería el peor escenario ante esta crisis. El Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) informó, en mayo de este año, que la sequía que afronta Uruguay desde hace tres años «no tiene precedentes» y «es la peor desde que existen registros en el país sudamericano, principios del siglo XX”.
El suministro está “asegurado”, enfatizó Lacalle Pou. Aunque resaltó que la variable “calidad” ya no puede garantizarse: “Después les comentaremos la calidad de esta si en algún momento se deteriora o hay algún cambio previsto”, agregó.
Durante el anuncio remarcó que los nuevos “pronósticos de lluvia fallaron” y eso complicó aún más el panorama. En este sentido, explicó que “seguramente se eleven las cifras” de los cloruros y el sodio. “Estamos hablando con los técnicos del Ministerio de Salud Pública hasta dónde podemos llevar esos registros para que siga siendo bebible esa agua, que es nuestra primera meta”, agregó Lacalle Pou en la conferencia.
El anuncio de la “emergencia hídrica” sirve para facilitar la burocracia en las compras esenciales para la obra que busca crear un embalse en el río San José. Esta represa calculada en u$s20 millones compensará el estado crítico que atraviesa el Paso Severino, la principal reserva de agua potable de la zona metropolitana.
A los 20 millones de dólares que costarán las obras para construir una represa en el río San José que genere un embalse de agua dulce para compensar el estado crítico de Paso se le sumarán otros US$ 10 millones que el Estado dejará de recaudar en la baja impositiva de las botellas de agua. Ante este escenario, el primer mandatario subrayó que el dinero no frenará las medidas “necesarias” en este momento.
La construcción es compleja, porque el objetivo es reforzar el río Santa Lucía, para lo cual habrá que generar la infraestructura adecuada, que consistirá en cañerías y eventuales canales que pueda trasladar el agua de un punto ahora distanciados por varios kilómetros.
En su discurso, informó que la obra del embalse comenzará el martes 20/6 y detalló: “Ya se encargó la cañería, en este caso a Brasil, y un plastiducto a la Argentina”, más otros materiales que llegarán en las siguientes semanas. La primera parte de la construcción, la referida al embalse, se supone que se completará en “10, 12 días”, continuó el mandatario. Según especialistas, la obra completa y su puesta a punto podría demorar un mes.