Expertos en enfermedades neurodegenerativas del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) estudian en sus laboratorios la relación que existe entre la pérdida del olfato y el desarrollo del alzhéimer y parkinson, con el objeto de dar un diagnóstico temprano de ambas patologías apoyadas en el análisis clínico convencional de neurólogos y neuropsicólogos.
El interés particular de los investigadores sobre las células estromal mesenquimal de la mucosa olfatoria humana se debe a que pacientes diagnosticados con alzhéimer, parkinson, demencia fronto-temporal, trastorno bipolar o esquizofrenia, presentan una pérdida del olfato en un estadio temprano de la enfermedad, o en el caso particular del alzhéimer y parkinson no se expresan una o más características típicas de las mismas.
“Por ejemplo, la pérdida cognitiva que se presenta en el alzhéimer o los trastornos de movimiento en la enfermedad del Parkinson no se evidencian en un principio en los pacientes”, explicó Carlos Ayala Groso, jefe de Laboratorio de Patología Celular y Molecular del Ivic con más de 30 años de experiencia en el área de neurociencia.
El parkinson puede aparecer en las personas a partir de los 50 años de edad y el alzhéimer esporádico o de inicio tardío desde los 60 años. En Venezuela no se han descrito las mutaciones asociadas al alzhéimer de inicio temprano. Sin embargo, en un estudio reciente de la revista médica británica The Lancet refieren que solo en Venezuela se estiman unos 153.345 casos activos de alzhéimer.
Además, aseveran que en Venezuela no existe una política que mantenga a las poblaciones de mayor edad protegidas en la vejez cuando sufren enfermedades neurodegenerativas. Resaltan que allí radica la importancia de los estudios en el laboratorio, no solo para el diagnóstico temprano por factores de riesgos genéticos sino para prevenir. “Prevenir siempre será mejor que curar”.
Indicadores de riesgo. Ayala, experto en neurociencia egresado de la Facultad de Ciencias de la Escuela de Biología de la Universidad Central de Venezuela, con maestría del centro de Biofísica y Bioquímica del Ivic y doctorado en Farmacología de la McGill University en Montreal, Quebec, Canadá, aconseja tener hábitos saludables durante la mediana edad -entre los 40 y 50- para que la vejez sea un paso de mejor calidad sistémica.
En el caso de las investigaciones en los laboratorios del Ivic, hasta la fecha se han incorporado al menos a 30 personas diagnosticados en diferentes estadios de la enfermedad para determinar si existe la presencia o acumulación anómala de la proteína amiloide o alfa sinucleína en las células de la mucosa olfatoria de este tipo de pacientes, y así conocer si existe un factor de riesgo y predecir la progresión de ambas enfermedades a mediano plazo.
“La relevancia del estudio es la detección temprana del parkinson y alzhéimer, en relación con la acumulación en niveles anómalos de la proteína amiloide en un paciente, con la intención de prevenir”, enfatizó.
Sustitución de células.
Para Ayala, es relevante resaltar que en el Ivic no se realizan experimentos, ni administración tipo celular o de célula madre neural a pacientes bajo ninguna condición. Lo que se realiza en la Unidad de Terapia Celular son tratamientos para el restablecimiento del tejido óseo, cartílago, pulpa dental o hueso en caso de enfermedad periodontal.
Sin embargo, la terapia celular es considerada como una opción para tratar enfermedades neurodegenerativas, por lo que la institución realiza estudios partiendo del síntoma común en pacientes con parkinson y alzhéimer como es la ausencia de olfato.
“Todavía nos queda un trecho por delante para aplicarlo como un método de diagnóstico definitivo porque debemos validar los biomarcadores, que implica determinar en un gran número de individuos la presencia de proteínas típicas en las células de la mucosa de una manera sensible y específica”, aclaró Ayala.
ULTIMAS NOTICIAS