Los principales pediatras de los Estados Unidos cambiaron la lista de verificación de hitos evolutivos del desarrollo de bebés y niños pequeños para facilitar la identificación de retrasos que podrían ser signos de autismo u otros trastornos de comunicación social. Habilidades como dar el primer paso, sonreír por primera vez y decir “adiós” con la mano se denominan hitos del desarrollo.
Los médicos utilizan estos hitos evolutivos para saber si un bebé se está desarrollando según lo que esperado para su edad. Hay un gran abanico en lo que se considera normal, de modo que algunos bebés adquieren habilidades antes y otros lo hacen después.
Los niños muestran si han alcanzado estas etapas en la forma en la que juegan, aprenden, hablan, actúan y se mueven (gatear, caminar, entre otras). Sin embargo, por primera vez en décadas estos hitos acaban de modificarse.
Las actualizaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), realizadas con la Academia Estadounidense de Pediatría, elevaron el porcentaje de niños que normalmente alcanzan ciertos hitos del 50 al 75%, un ajuste importante que significa que en lugar de solo la mitad, ahora la mayoría de los niños son capaces de ciertos comportamientos y logros a determinadas edades.
Como se dijo, estos hitos son los que brindan a los padres, médicos y personas a cargo del bebé un parámetro o punto de referencia para saber cuándo los niños deberían realizar diferentes actividades. Por ejemplo, actuar tímidamente con extraños, suele ocurrir a los 6 meses; aplaudir cuando están emocionados, a los 15 meses y participar en juegos de simulación recién a los 4 años.
“Esta ha sido una necesidad desde hace mucho tiempo”, dijo Paul Lipkin, pediatra y director de los servicios médicos ambulatorios en el Instituto Kennedy Krieger en Baltimore, EEUU.
Los marcadores de desarrollo no han cambiado desde que se lanzaron por primera vez en 2004. Al ajustar las edades para tener en cuenta los cambios sociales, como cuando los niños primero necesitan atarse los zapatos o recoger cereales con los dedos, entre otras capacidades, los expertos en desarrollo esperan alentar a que los padres busquen intervenciones antes, en lugar de esperar hasta que los retrasos se vuelvan más evidentes.
Los nuevos hitos, que fueron publicados en Pediatrics se llevaron a cabo por un grupo de 13 expertos en desarrollo y pediatras, entre los que se encontraba Lipkin. “Queríamos observar de cerca todos los datos e hitos a través de múltiples fuentes para llegar a lo que creemos que es un reflejo preciso del desarrollo de un niño”, dijo.
En qué se basan estos hitos
Principalmente en observaciones. Los anteriores pasaron por alto algunos de los indicadores de que un niño puede ser autista, incluida la primera edad en la que la mayoría de los niños suelen sonreír para llamar la atención, que ahora se incluye en la lista de verificación para un niño de 4 meses.
Los CDC también agregaron hitos para 15 meses y 30 meses y marcadores socioemocionales claramente definidos, como cuando un niño generalmente abraza una muñeca u otro juguete, muestra afecto y usa palabras específicas para pedir que lo miren.
Para Patty Vazquez, terapeuta ocupacional de intervención temprana en Chicago, a los niños les va mejor cuando comienzan la terapia antes. Por eso es importante tener un diagnóstico temprano.
“Creo que siempre es bueno captar las cosas antes para ayudar a un niño a desarrollar una base sólida sobre la cual pueda acumular y desarrollar la variedad de habilidades que necesita para tener éxito en todos los dominios del desarrollo”, señaló Vázquez. y agregó: “A menudo, la autorregulación y lograr y mantener un estado de calma y alerta es clave para el desarrollo basado en la atención y el lenguaje, por lo que la terapia ocupacional puede ser beneficiosa si esa es un área de desafío para el niño. Y la conciencia corporal y la planificación motora son fundamentales para el desarrollo de la motricidad fina, por lo que la participación temprana en OT también puede ayudar al niño en ese escenario”.
Amanda Palo explicó al diario The Washington Post que a su hijo le diagnosticaron autismo hace un año, poco antes de cumplir los 7 años. Sin embargo ella había planteado sus preocupaciones al pediatra cuando el niño tenía sólo 2 años ya que utilizaba muy pocas palabras para expresarse. A partir de ese momento el niño comenzó a recibir terapia del habla y ocupacional.
“Como madre primeriza, y casi sin conocimiento sobre el autismo, no estaba en absoluto preparada para manejar adecuadamente esta situación. Creo que si me hubieran brindado indicadores más definitivos, podría haber obtenido un diagnóstico antes y brindarle a mi hijo los recursos adicionales que necesitaba. No conocía los posibles signos o marcadores de autismo para buscar con respecto a un posible diagnóstico. Nadie hace la investigación a menos que tengas que hacerlo tú, y no conoces del tema”, dijo Palo.
“Las nuevas pautas hubieran ayudado a brindar pistas sobre sus retrasos”, agregó Palo. Cuando tenía 2 años y ella comenzó a plantear sus preocupaciones, su hijo no la miró a la cara para ver cómo reaccionaría ante una situación. Todavía no estaba señalando y no podía concentrarse en ninguna actividad en particular durante más de cinco minutos. Tenía más de 3 años cuando la invitó a mirar algo que estaba haciendo.
“Siento como si todas las piezas estuvieran allí y nadie, incluyéndome a mí, pudiera unirlas correctamente durante bastante tiempo. Tengo algo de culpa por no recibir su diagnóstico antes, pero estoy haciendo todo lo posible para brindarle el apoyo que necesita ahora y en el futuro”, concluyó Amanda Palo.
Esta modificación permitirá una evaluación anticipada para, en caso de ser necesario, poder iniciar el tratamiento temprano.
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