El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, firmó el viernes una legislación que elimina el estatus favorable que disfruta el parque temático Disney World. El gigante del espectáculo es sancionado por haber criticado una ley que prohíbe la evocación de la homosexualidad en las escuelas primarias de Florida. Ley que despierta clamor entre los defensores de los derechos LGBT+.
Es una decepción histórica la que ha vivido la dirección de uno de los parques de atracciones más grandes del mundo. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó el viernes 22 de abril un texto que deja sin efecto el estatus favorable que el parque de diversiones Disney World había disfrutado durante varias décadas. La manzana de la discordia: el desafío del grupo a una ley promovida por el gobernador y aprobada por los republicanos electos del estado, calificada de liberticida y homófoba por sus detractores.
Las relaciones de Ron DeSantis con Disney se habían deteriorado recientemente, a pesar del peso del gigante del entretenimiento en la economía, en particular el turismo, de este Estado.
El gobernador conservador ya no estaba enojado con Bob Chapek, director ejecutivo de Disney, quien se pronunció públicamente en contra de una ley -que inició DeSantis- que prohíbe enseñar materias relacionadas con la orientación sexual o la identidad de género en la escuela primaria. A esta ley, sus opositores le han encontrado un apodo claro: «Don’t say gay» («No digas gay»).
Las dos Cámaras del Parlamento de Florida, ambas con mayoría republicana, votaron para despojar a Disney de su estatus privilegiado: el Senado el miércoles por 23 votos contra 16, seguido por la Cámara de Representantes el jueves por 70 votos contra 38.
Disney y Florida: el fin de 55 años de idilio
El estatus especial en el punto de mira del texto se le otorgó a Disney en el momento de la construcción del parque de ocio Disney World en la década de 1960. Ofrece al gigante del entretenimiento una gran autonomía de gestión local y lo exime de la mayoría de las regulaciones estatales.
Este parque de diversiones cerca de Orlando es uno de los más visitados del mundo, y la marca Disney sigue siendo la favorita de los estadounidenses. Pero, envuelto en esta polémica, el gigante está viendo un cúmulo de críticas, mientras que el título bursátil perdió un 2,4% tras la votación, cerrando en su nivel más bajo en meses.
La controversia en torno a la ley de Ron DeSantis sobre cuestiones LGBT+ en las escuelas ha resultado ser un dolor de cabeza para Disney, luego de que se filtrara un memorando interno que mostraba que Bob Chapek se mostraba reacio a tomar una posición sobre la ley.
Los empleados del grupo se manifestaron luego en marzo contra la “apatía” del grupo. Las llamadas a un boicot comenzaron a circular en las redes sociales, lo que eventualmente llevó al director ejecutivo a declararse en contra de la ley.
Las relaciones eran mucho menos tensas en el pasado entre Ron DeSantis y Disney, que emplea a más de 75.000 personas en Disney World, y había contribuido económicamente a la campaña del candidato republicano para su elección en 2019. Sin embargo, la ruptura parece hoy bien consumida: el gigante ha suspendido su financiación electoral.