La extrema derecha en Francia nunca ha estado tan cerca de acomodarse en el Eliseo. Los sondeos hacen ganador a Emmanuel Macron, actual presidente de la República y candidato para las elecciones del próximo domingo 24 de abril, pero el apoyo a Marine Le Pen crece con fuerza.
La historia se repite: ambos se batirán en duelo en la segunda vuelta. El aspirante a la reelección y cabeza de La República en Marcha concentraría el 57,5% de las papeletas, según el último sondeo realizado por Ipsos, y la líder de Agrupación Nacional se quedaría con el 42,5% restante.
Unos días antes de las elecciones del 10 de abril, el diario Libération abría la edición impresa con el siguiente titular: «Extrema derecha. Un peligro, más que nunca». Le Pen busca transmitir un perfil más moderado que el de su padre, Jean-Marie Le Pen, al que apartó de su propio partido en 2015.
De esta forma, su imagen se ha ido suavizando con el tiempo, algo que ha gustado a muchos y que no ha terminado de convencer a otros tantos. Lo que está claro es que la política tiene un peso importante en las elecciones francesas, en las que en la primera vuelta se impuso, a excepción de Macron, contra nueve candidatos.
Según contó a 20minutos Esther Herrera, corresponsal en Bruselas para France24 y Radio Francia Internacional, la candidata de extrema derecha se ha visto perjudicada en esta campaña por la invasión de Ucrania y su «pasado difícil de ocultar de amiguismo» con el presidente ruso, Vladímir Putin.
No obstante, el hecho de que abogue por las uniones civiles para parejas del mismo sexo, acepte el aborto incondicional y retire la pena de muerte de su plataforma -lo contrario de lo que pedía su progenitor-, entre otras cosas, la ha convertido, para algunos, en la alternativa a Macron. Pero, más allá de ser una de las favoritas en las urnas, ¿quién es la ultraderechista Marine Le Pen?
«La política es más importante que la sangre»
Marion Anne Perrine Le Pen nació en el verano de 1968 en Neuilly-sur-Seine, una ciudad y comuna francesa situada en el departamento de Altos del Sena, siendo la menor de las tres hijas de Jean-Marie Le Pen, político bretón y ex paracaidista, y su primera mujer, Pierrette Lalanne. Creció en un entorno acomodado, marcado por la religión católica, así como por una presencia fuerte de la política, para bien y para mal.
La poca simpatía que llegó a despertar su progenitor le llegó a provocar un buen susto cuando, con solo ocho años, mientras descansaba en casa al lado de sus hermanas, una bomba destinada a su padre explotó en la escalera fuera del apartamento de la familia.
Esa noche la explosión abrió un agujero en la pared exterior del edificio, pero toda la familia salió ilesa. Fue en ese momento cuando la líder de Agrupación Nacional fue consciente de la notoriedad de su padre, un hombre al que ha llegado a definir, años después, como «una persona llena de odio y venganza».
Ocho años después de aquel episodio, Le Pen sufrió un golpe que sí le dejó heridas permanentes: su madre se marchó en 1984, cuando tenía 16 años. Para ella, este fue «el más espantoso, cruel y aplastante de los dolores del corazón». «Ella no me amaba», dejó escrito en su autobiografía.
Estuvieron sin hablarse durante diez años, pero después se reconciliaron. «Me encanta mi hija. La admiro y no puedo decir nada más», declaró una agradecida Pierrette Lalanne en 2017.
Los padres de Le Pen se divorciaron en 1987, lo que fue traumático para ella, pues la imagen tradicional y apacible que ofrecía el moralista matrimonio hasta entonces saltó por los aires. Por aquellos años, la abogada se sentía más cercana a su padre, pero su relación ha pasado por un sinfín de altos y bajos. «En esa familia, la política es más importante que la sangre», valoró el periodista Olivier Beaumont.
Dos divorcios y tres hijos
En el amor, Le Pen también ha pasado por varias relaciones. Se casó con Franck Chauffroy, un ejecutivo de negocios que trabajaba para el Frente Nacional, en 1995. Sin embargo, su matrimonio terminó cinco años después. En ese tiempo fueron padres de tres hijos: Jehanne, Louis y Mathilde.
Después de su divorcio de Chauffroy, se dio el ‘sí, quiero’ con Eric Lorio en 2002, ex secretario nacional del Frente Nacional y ex asesor de las elecciones regionales en Nord-Pas-de-Calais. Su relación, siguiendo la estela de la anterior, duró poco más de un lustro: se divorciaron en 2006.
Pasó el tiempo y, desde 2009 hasta 2019, fue la pareja de Louis Aliot, el secretario general del Frente Nacional de 2005 a 2010, después vicepresidente del Frente Nacional. Ahora, Le Pen pasa la mayor parte del tiempo en Saint-Cloud y vive en La Celle-Saint-Cloud con sus tres hijos desde septiembre de 2014. Tiene un apartamento en Hénin-Beaumont, y en 2010 compró una casa con Aliot en Millas.
De la Universidad a los tribunales
Le Pen estudió en la Universidad Panthéon-Assas, donde se graduó con honores en Derecho en 1991. Un año después, obtuvo una maestría en estudios avanzados en Derecho Penal en 1992. Inscrita en el colegio de abogados de París, trabajó como abogada desde 1992 hasta 1998, compareciendo regularmente ante la sala penal del Tribunal del distrito 23 de París, que juzga las comparecencias inmediatas, y actuando como defensora pública. Formó parte del Colegio de Abogados de París hasta 1998, cuando se incorporó al departamento jurídico del Frente Nacional.
La líder de extrema derecha fue elegida consejera regional de Nord-Pas-de-Calais, Île-de-France y Hauts-de-France, miembro del Parlamento Europeo, así como concejal municipal de Hénin-Beaumont. Consiguió la dirección del Frente Nacional en 2011, imponiéndose a Bruno Gollnisch y sucediendo a su padre, el presidente del partido desde su nacimiento.
En 2012, ocupó el tercer lugar en las elecciones presidenciales con el 17,9 % de los votos, detrás de François Hollande y Nicolas Sarkozy. Lanzó una segunda candidatura a la presidencia en las elecciones de 2017, y terminó enfrentándose a Emmanuel Macron, que terminó ganando en las urnas. Cinco años después, llega la segunda ronda.