El relator de la Organización para las Naciones Unidas (ONU) para ejecuciones arbitrarias y extrajudiciales, Morris Tidball-Binz, pidió hoy a los investigadores de presuntos crímenes de guerra rusos en Ucrania que coordinen su labor dentro y fuera de ese país, para acelerar el proceso y evitar aumentar el trauma de las víctimas.
En un comunicado, el experto chileno-argentino dio la bienvenida a los avances en este sentido de la Oficina del Fiscal General de Ucrania, la Corte Penal Internacional y las iniciativas en países que reconocen la jurisdicción universal, pero recomendó a todos ellos que se coordinen para unificar criterios y evitar redundancias.
«Sin esa coordinación, hay un riesgo considerable de superposición y duplicación de labores, lo que perjudicaría a la efectividad y la eficacia de las investigaciones», opinó el relator de Naciones Unidas.
Tidball-Binz advirtió, en este sentido, que las víctimas de los posibles crímenes de guerra y de la humanidad podrían aumentar su trauma «si son entrevistados múltiples veces por diferentes investigadores».
El experto añadió que la identificación de restos humanos, «con un tratamiento digno y que respete a sus familiares» es esencial para el curso de las investigaciones, en particular para evitar que muchas personas asesinadas sean consideradas durante largo tiempo simples desaparecidos.
«La ley internacional exige que las investigaciones sean rápidas efectivas, profundas, independientes, imparciales y transparentes», concluyó el experto, médico especializado en ciencias forenses, derechos humanos y acción humanitaria.
El propio relator participó en la década de los años 80 en la creación de la primera base de datos genéticos para localizar a víctimas de desapariciones forzadas y a sus familiares en Argentina, trabajando para las Abuelas de Plaza de Mayo.