Los ministros del clima de las potencias económicas del Grupo de los Siete estudiarán esta semana la posibilidad de comprometerse a eliminar progresivamente la energía contaminante procedente del carbón para 2030 y a descarbonizar sus sectores energéticos para 2035, según el borrador de un comunicado de la reunión al que tuvo acceso Reuters.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia, que es uno de los principales exportadores de combustibles fósiles, ha provocado que algunos países se apresuren a comprar más combustibles fósiles no rusos y a quemar más carbón para reducir su dependencia del gas ruso, lo que hace temer que la crisis energética causada por la guerra pueda socavar los esfuerzos para luchar contra el cambio climático.
Los ministros de clima, energía y medio ambiente del G7 se reunirán en Berlín del miércoles al viernes.
Allí tratarán de acordar compromisos que garanticen que su respuesta a corto plazo al aumento de los precios mundiales de la energía y a los temores sobre el suministro de combustible no desvirtúe los compromisos a más largo plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento del planeta.
«Nos comprometemos a eliminar progresivamente la generación no disminuida de electricidad a partir de carbón y la generación de calor a partir de carbón no industrial con el objetivo de llegar al año 2030», dice un borrador del comunicado de la reunión. El término «no disminuida» hace referencia al carbón sin captura y almacenamiento de carbono (CAC o CCS, por sus nombre en inglés «carbon capture and storage»), por ejemplo en las centrales eléctricas que no utilizan tecnología para limitar sus emisiones.
El borrador también comprometería a los países del G7 a tener un «sector eléctrico neto cero (en emisiones de carbono) para 2035» y a empezar a informar públicamente el año que viene sobre cómo están cumpliendo un compromiso anterior del G7 de acabar con las subvenciones «ineficientes» a los combustibles fósiles para 2025.
El borrador podría ser modificado antes de su aprobación el viernes. Fuentes al tanto de las discusiones dijeron que tanto Japón como Estados Unidos habían indicado que no podían apoyar la fecha de eliminación del carbón.
Un representante del Ministerio de Industria de Japón, que supervisa la infraestructura de generación de energía local, no quiso comentar directamente las negociaciones del G7.
El responsable dijo que la propuesta de eliminar la generación nacional de energía de carbón para 2030 no sería compatible con la política nacional de Japón. Japón pretende reducir la proporción de carbón en su mix eléctrico hasta el 19% en 2030, frente al 32% en 2019.
Un representante estadounidense declinó hacer comentarios sobre las negociaciones en curso.
«El presidente Biden está adoptando medidas enérgicas para alcanzar el objetivo del país de tener un sector energético libre de contaminación por carbono para 2035 y está liderando la escena mundial para ayudar a nuestros aliados a alcanzar sus ambiciones climáticas», dijo el responsable estadounidense.
El carbón es el combustible fósil que más CO2 emite, y los científicos afirman que su uso global debe caer en picado si el mundo quiere reducir las emisiones lo suficientemente rápido como para evitar los peores impactos del cambio climático.
Todos los países del G7 utilizan energía de carbón, aunque la proporción en Alemania, Japón y Estados Unidos es mayor que en Canadá, Francia, Italia y Reino Unido.
Alemania y Canadá se han comprometido a eliminar el carbón para 2030, mientras que Francia, Italia y Reino Unido tienen previsto hacerlo antes. Estados Unidos y Japón no han fijado una fecha, aunque el plan del Gobierno estadounidense de descarbonizar la red eléctrica para 2035 implica que las centrales de carbón cerrarán o utilizarán tecnología de captura de carbono para esa fecha.
Si los ministros no llegan a un acuerdo sobre los objetivos, éstos podrían pasar a los dirigentes de los países para un posible acuerdo en la reunión del G7 en junio.
(Reporte de Kate Abnett; información adicional de Yuka Obayashi, Timothy Gardner; edición de Maria Sheahan y Catherine Evans; traducción de Flora Gómez)
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