En las cuatro décadas que han pasado desde la guerra que enfrentó a Reino Unido y Argentina por la soberanía de las Malvinas/Falklands, las islas han experimentado numerosos cambios.
El más visible tiene que ver con su población.
Mientras que el archipiélago perdió habitantes entre 1950 y 1980, después del triunfo británico, el 14 de junio de 1982, la tendencia se revirtió.
Hoy la población es cerca del doble de la que había cuando el gobierno de Margaret Thatcher puso fin a la ocupación argentina, tras un conflicto que tuvo en vilo al mundo durante 10 semanas.
La población de Malvinas/Falklands no solo alcanzó un récord, con cerca de 3.500 personas, según los resultados preliminares del último censo realizado en 2021.
También se diversificó enormemente, gracias a un fenómeno migratorio potenciado por un fuerte crecimiento económico.
A comienzos de 1980 casi el total de los habitantes -un 95%- se identificaba como británico. Pero para 2016 (las últimas estadísticas disponibles) más del 15% era extranjero.
La administración local afirma que hoy hay unas 60 nacionalidades registradas en las islas.
«Ahora somos multiculturales; No lo éramos en 1982. Había un polaco… podías contar a los extranjeros con los dedos de las manos. Y todos conocían a todos. Ahora ya no es así», le dijo a BBC Mundo Anna King, la dueña de una tienda de regalos, cuya familia está desde hace cinco generaciones en las Malvinas/Falklands.
La principal minoría extranjera proviene de la región más cercana a las islas: Sudamérica.
Por este motivo, aunque el idioma predominante sigue siendo el inglés, cada vez se escucha más el español.
En 2016 el 10% de quienes habitaban las Malvinas/Falklands hablaban ese idioma, según muestran las estadísticas oficiales.
La nacionalidad más representada es la chilena: son casi 200 personas (el 6% del total de habitantes).
BBC Mundo habló con uno de los chilenos que más tiempo lleva aquí: Gilberto Castro, de 54 años, quien llegó de Chiloé hace 24 años.
Es administrador de la Estancia Fitzroy, que tiene unos 20.000 animales.
«Llegué al West (la isla oeste) y era bastante desolado digamos, era más complicado, había poca comunicación con la gente y cosas así. La diferencia es enorme de hace 20 o 22 años atrás. Es increíble», señaló.
Como muchos otros inmigrantes, Castro llegó atraído por la pujanza de la economía local, que tuvo una transformación radical luego del conflicto de 1982.
Antes de la guerra, el archipiélago llegó a estar en riesgo de sufrir un colapso económico.
Pero en los últimos 40 años, los ingresos de las Malvinas/Falklands se incrementaron en un 500%.
El Producto Interno Bruto (PIB) per cápita -unos US$103.000- llegó a ser tan alto como el de Mónaco, Suiza o Noruega.
«En 2018, las Islas Falkland ocupaban el quinto lugar en el mundo por PIB per cápita«, destacó el gobierno de las islas (FIG, por sus siglas en inglés) en su último informe económico, publicado en 2020.
En tanto, el desempleo se situó por debajo del 1% en los últimos 5 años y la inflación no ha superado el 3%.
«Yo venía por un período corto, 2 años. La idea mía era ahorrar un poco de plata para comprar una casa en Chile… ya han pasado 24 años y ya no creo que vuelva a Chile definitivamente», dijo Castro.
El paraguayo Guillermo Baigorri, quien creció en Chile, también lleva muchos años aquí.
Llegó en 2011 por una oferta de trabajo, luego de haber vivido un tiempo en España, y hoy es dueño de un restaurante.
«Me gusta que la capacidad ahorrativa es muy grande,», resaltó a este medio.
«La salud es gratuita, la educación es gratuita«, enumeró, aclarando que «la educación hasta cierta edad es en la isla y luego, si los chicos tienen el puntaje, se van fuera y el gobierno les paga hasta el final».
BBC MUNDO