La justicia comienza a dar pasos firmes en defensa de los vulnerables, en especial de la niña de cuatro meses que sufrió una especie de ataque caníbal de mordiscos que la dejó marcada y con moretones que reportaron médicos del ambulatorio urbano II “Doctor Carlos Medina”.
El padre, Greison Raniel Céspedes García, de 18 años y la madre, una adolescente de 14 años, recibieron este miércoles la noticia de que permanecerán presos por la acción y omisión, agavillamiento al fin de cuentas, en perjuicio de su descendientes y víctima vulnerable.
Pero el delito de mayor peso sin duda es el homicidio calificado en grado de frustración, de acuerdo con la imputación de la Fiscalía Segunda que el Tribunal Primero de Control estimó contundente, hasta el punto de ratificar la privación de libertad de la pareja que seguirá en la sede de Policarirubana, organismo que los detuvo el pasado 31 de mayo.
Las lesiones presentadas por la niña y reflejadas en el informe forense, resultaron contundentes durante la audiencia, que terminada abre el ciclo de investigación durante la cual se terminarán de individualizar los hechos, donde la madre habría tenido participación directa, más allá de ocultar u omitir lo que sucedía o que según alegó, venía haciendo Greison Raniel Céspedes.
Es de recordar que tras conocerse el caso, la niña debió ser trasladada al Hospital de Niños de Judibana. Una familia sustituta o familiares con mayor compromiso y grado de responsabilidad en el cuido, son escenarios que se estarían considerando en este controversial caso.