Enormes extractores de agua buscaban despejar el sábado los túneles de una mina de carbón inundada en México, donde las autoridades evaluaban si era posible enviar buzos para rescatar a 10 trabajadores que han estado atrapados bajo tierra por tres días.
Los mineros quedaron aislados en el yacimiento del estado norteño de Coahuila el miércoles por la tarde, cuando sus labores de excavación ocasionaron el derrumbe en un túnel, lo que generó una inundación en tres pozos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el sábado podría ser un día «decisivo» para resolver si los buzos están libres de riesgo con el fin de ingresar en la mina. Pero durante la tarde, el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, dijo que el nivel del agua todavía era demasiado alto.
«El tiempo nos va comiendo», dijo a los familiares en el sitio, de acuerdo a medios locales.
Los familiares que se han instalado en el lugar a la espera de noticias se aferraban a la posibilidad de que los mineros hayan encontrado una burbuja de aire.
«Ya cansados, desesperados, pero con un poquito de esperanza», dijo Cecilia Cruz, y añadió que había escuchado por décadas de accidentes de este tipo en su nativa Coahuila antes del derrumbe que dejó atrapado a su sobrino, Sergio Cruz, de 42 años.
El riesgo de que túneles llenos de lodo se vengan abajo podría imposibilitar la tarea de los equipos de rescate, incluso aunque logre extraerse el agua de la inundación, destacó. «¿Quieren arriesgar más vidas? Sería una tragedia más grande», afirmó.
Seis buzos de las fuerzas especiales de México fueron enviados a apoyar las tareas de rescate en el yacimiento, donde tres de sus pozos -cada uno de 60 metros de profundidad-, estaban inicialmente anegados en más del 50%.
Cinco trabajadores lograron escapar del derrumbe. Uno de ellos, Fernando Pompa, relató en una entrevista con una radio local cómo logró subirse a un carro para transportar carbón luego de que el accidente desatara una violenta inundación.
«Hay esperanza de que haya una burbujita de aire», declaró.
La mina, situada en el municipio de Sabinas, inició operaciones en enero y «a la fecha no se tiene antecedente de denuncias por algún tipo de anomalía», según reportó la Secretaría del Trabajo.
Sergio Martínez, cuyo hermano José Luis Martínez, de 34 años, está atrapado, dijo que los mineros le dijeron que escucharon un estruendo acompañado de una fuerte ráfaga de aire. Los trabajadores que estaban ya en la superficie de la mina corrieron a lanzar cuerdas a sus compañeros aislados, logrando rescatar a unos pocos.
«Tenemos esperanza de que ocurra un milagro solamente para que salga con vida», dijo Martínez.
(Reporte de Luis Cortés en Sabinas; reportes adicionales de Daina Beth Solomon y Marion Giraldo en Ciudad de México)