“Después de dar negativo por covid-19 durante sus pruebas regulares, la primera dama comenzó a desarrollar síntomas parecidos a los de un resfriado a última hora de la noche. Dio negativo en una prueba rápida de antígeno, pero una prueba de PCR resultó positiva”, aseguró Elizabeth Alexander, directora de comunicaciones de la primera dama.
Jill está vacunada y tiene dos dosis de refuerzo. Al igual que su esposo está siendo tratada con el medicamento y está aislada en su residencia de Carolina del Sur.
El contagio de la primera dama ocurre luego de que su esposo se recuperara hace apenas 9 días. El mandatario estadounidense estuvo contagiado del nuevo coronavirus pero envió en su momento un mensaje de tranquilidad. “Amigos míos, estoy muy bien”, afirmó el presidente en Twitter después de haber dado positivo a sus 79 años, con síntomas “muy leves”, según la Casa Blanca.
Su médico, Kevin O’Connor, dijo que Biden, siguió de manera juiciosa el protocolo de detección rutinario, primero dio positivo a una prueba de antígenos y un PCR confirmó el resultado. Según el médico, presentó síntomas como “gran mucosidad”, “cansancio” y “tos seca ocasional”.
A pesar de seguir presentándose varios contagios en ese país y luego de cumplirse más de dos años con la pandemia de covid-19 y haber comenzado y avanzado en la vacunación masiva contra el virus, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos han relajado las medidas a tener cuando una persona tiene contacto con otra que está contagiada.
Así entonces, desde el pasado 11 de agosto desde el CDC se informó sobre la eliminación de algunas de las medidas de bioseguridad que se llevan aplicando durante la emergencia sanitaria, esto con el fin de no promover la expansión del virus y así los centros de salud. Sin embargo, las autoridades estadounidenses recalcaron que ahora el panorama era diferente.
“Las condiciones actuales de esta pandemia son muy diferentes a las de los dos últimos años”, expresó Greta Massetti, funcionaria encargada de los CDC, recalcando que en este punto de la emergencia era válido el relajamiento de las medidas.
Así entonces, se indicó que ya no era necesario que las personas que tuvieron contacto con un positivo entraran en una cuarentana preventiva, y tampoco se deberá seguir guardando una distancia de entre 1 y 2 metros con los demás, al menos en Estados Unidos.
El relajamiento de estas dos medidas de bioseguridad en el país norteamericano se da luego de que este llegara al 95 % del total de su población mayor de 16 años vacunada contra la covid-19, además de estar enfocando sus esfuerzos contra las subvariantes de la ómicron, por lo que el Gobierno ha venido comprando cada vez más vacunas que combatan la BA. 4 y BA.5.
Entre tanto, también se indicó que el relajamiento de medidas podía ir vinculado con el retorno de las clases en ese país, esto ya que en algunas instituciones los menores debían someterse a pruebas frecuentes de detección del virus, distanciamientos y cuarentenas en caso dado. Y desde ahora ninguna de las anteriores son necesarias.