La retransmisión oficial de la BBC se ha centrado lógicamente en el lento y solemne recorrido de la cureña que transporta el féretro de Isabel II por las calles de Londres, el cual abandona ya la capital británica en un coche fúnebre a motor, de la lujosa marca Jaguar, en dirección al castillo de Windsor.
Sin embargo, otros periodistas y fotógrafos no han querido dejar pasar la oportunidad de inmortalizar a varios reyes europeos, así como a otros jefes de estado y de gobierno procedentes de todo el mundo, a la salida de la abadía de Westminster tras el funeral, concretamente en la puerta oeste del templo anglicano. Muchos de ellos han hecho cola para acceder ordenadamente a los más modestos autobuses de línea que se han fletado para el transporte de tales dignatarios desde el centro de la ciudad a sus hoteles o embajadas.
Entre ellos se encontraban los reyes de España, Felipe VI y doña Letizia, y sus equivalentes neerlandeses, Guillermo y Máxima, pero también algunos monarcas de avanzada edad como Margarita de Dinamarca, de 82 años, quien ha asistido al sepelio en compañía de su hijo mayor Federico, heredero al trono danés. Como informa el reportero Peter Walker, del diario británico The Guardian, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no se ha sumado a este viaje, ya que habría optado por esperar a su coche oficial, una limusina blindada y conocida como ‘La Bestia’, para su regreso. Tampoco ha podido confirmarse que Juan Carlos I, aquejado de evidentes problemas de movilidad, y su esposa doña Sofía hayan regresado a sus aposentos en autocar.
«Ahora asistimos al curioso fenómeno de que la mitad de los reyes y reinas de Europa tengan que hacer cola, esperando para montarse en un autobús que todavía no ha llegado. Probablemente a los monarcas de los países más aficionados a la bicicleta, Países Bajos y Dinamarca, les parece muy bien. Pero no hay señal de Biden todavía. Quizá tendrá que salir el último si insiste en ser transportado en La Bestia», ha tuiteado este periodista.
BS