Aunque la región no es la más responsable de nuestro daño al planeta, su dependencia petrolera e inacción ambiental la han llevado a calentarse dos veces más rápido, con consecuencias mortales. En otras noticias de ‘Fragmentos de Oriente’, niñas y mujeres afganas reclaman otra vez la reapertura de escuelas; Israel maquilla su control sobre extranjeros en Cisjordania; hay versiones cruzadas sobre la condena a muerte de dos activistas iraníes; y Francia niega su ayuda a un periodista sirio.
Del árabe Ahlan wa sahlan (أهلا وسهلا) sean bienvenidos a ‘Fragmentos de Oriente’. Un resumen que todos los sábados les acercará a los hechos más destacados de la región de Medio Oriente y sus países aledaños. La síntesis de esta semana concierne a Afganistán, Israel-Cisjordania, Irán, Francia y Siria.
1) A este ritmo, más sequías, tormentas de arena y grados superiores a 50 en la región
No es la primera vez que a Medio Oriente –y por extensión al norte de África– se la señala como región en emergencia climática. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) la tiene en su clasificación como «zona de riesgo por el cambio climático», pero un nuevo estudio recuerda lo que otros científicos ya han dicho: y es que desde 1981, en cada década ha ganado 0,45 grados Celsius, calentándose así a una velocidad dos veces mayor a la media global, cuya temperatura aumentó a 0,27 grados por década.
En Medio Oriente viven más de 500 millones de personas. Sin embargo, si su carácter árido y poco pluvioso se acentúa, usando el petróleo como base económica, a fines de siglo podría sufrir un calentamiento de 5 grados, lo que en muchos países (desde Egipto hasta Irán) superaría «los umbrales críticos de adaptabilidad humana».
El estudio, firmado por instituciones como el Instituto de Chipre o el Max Planck de Química, anticipa que estas naciones enfrentarán olas de calor extremas, sequías perpetuas y una drástica subida del nivel del mar. Lo que ya empieza a ser realidad en Arabia Saudita y Kuwait –en 2021 el emirato registró los grados más elevados del mundo (53,2 ºC)–; y en Irak, donde los pantanos conectados con Turquía e Irán llevan tres años agrietados, sin peces para los locales ni alimento para el ganado, si contar con tormentas de polvo que en diez años se han multiplicando y están causando la hospitalización de miles de habitantes.
A urgencia compartida, el informe que también alerta de «retos sanitarios y de subsistencia» que agravarán «las desigualdades entre la población más acomodada y la más pobre», sentencia que Medio Oriente, debido a que «el impacto climático trasciende fronteras», se verá obligado a «una colaboración más estrecha entre países».
- Dato: El estudio se publica a puertas de la conferencia climática de la ONU (COP 27), que tendrá lugar en Egipto, en la localidad de Sharm el-Sheij. El país que no permite las protestas de críticos ambientalistas podría padecer «cambios significativos en las zonas costeras y en la agricultura», sobre todo en el Delta del Nilo, si crece el nivel del mar y se expanden las tierras áridas.
2) Niñas y profesoras claman por una educación en Afganistán frente a la represión talibán
Decenas de estudiantes y profesoras protagonizaron una movilización en la provincia de Paktia, en el este de Afganistán, tras el cierre de cinco escuelas de secundaria femeninas que habían sido reactivadas a inicios de semana sin la aprobación del régimen talibán.
A inicios de septiembre, cuatro instituciones para niñas de más de sexto grado en Gardez, la capital provincial, y otra en el distrito de Samkani retomaron la actividad por una recomendación de los líderes tribales, los directivos de las escuelas y familiares de las alumnas. Esta reapertura no fue aprobada por el Ministerio de Educación del gobierno talibán que, desde su regreso al poder hace un año, ha prohibido la educación femenina y ha retrocedido en materia de derechos de las mujeres.
Al enterarse de la clausura y desafiando la represión, un grupo de alumnas y profesoras marcharon este 10 de septiembre al grito de «queremos educación, necesitamos que nuestras escuelas estén abiertas».
A través de las redes sociales, se multiplicaron las muestras de apoyo a las estudiantes secundarias de Paktia, compartidos por usuarios desde distintos puntos del país. La directora adjunta regional de Amnistía Internacional (AI), Samira Hamidi, destacó que «estas valientes estudiantes están solas, pero protestando».
3) Relaciones amorosas o actividades académicas en Cisjordania, bajo el cerco de Israel
El revuelo y las presiones causadas por las nuevas restricciones para extranjeros en Cisjordania ocupada obligaron a Israel a matizar la normativa que, en su versión inicial, exigía a los visitantes reportar si entablaban relaciones amorosas con palestinos y disponía una cuota para profesores y estudiantes foráneos en centros educativos palestinos.
Sin embargo, la eliminación de las cláusulas más controvertidas resulta insuficiente para algunos analistas y organizaciones, que ven en las reglas una herramienta más de Israel para aislar a la sociedad civil palestina y evitar su crecimiento demográfico.
El punto más difundido era el que obligaba a los extranjeros a informar sobre el inicio de relaciones románticas con palestinos dentro de un período de 30 días desde el momento de establecer un compromiso, mudarse juntos o casarse. Aunque esta regla fue retirada, los foráneos aún deben notificar a Israel sobre un vínculo sentimental con palestinos al solicitar una renovación o prórroga de visado.
A la vez, se mantienen las visitas de corta duración de cónyuges extranjeros de palestinos, a quienes se les podrá exigir un depósito de unos 20.00 dólares o más como garantía de que abandonarán el territorio.
Otro aspecto retirado fue el techo anual de 100 profesores y 150 estudiantes extranjeros a los que se les iba a permitir ingresar a Cisjordania, una medida cuestionada abiertamente por la Comisión Europea, ya que dañaba su programa Erasmus+ con los palestinos. Sin embargo, el COGAT –la unidad del Ministerio de Defensa israelí que controla las actividades civiles en los territorios palestinos– puede vetar los visados de académicos que considere sospechosos.
Para la ONG HaMoked, Israel «eliminó algunos de los elementos más escandalosos del procedimiento pero el problema básico sigue existiendo» porque «impedirá que miles de familias vivan juntas por razones descaradamente políticas». También mostró su «preocupación» el embajador de Estados Unidos en Israel, Tom Nides, por el «posible impacto negativo» que tendrían las medidas «en la unidad familiar» palestina y exigió que se garantice «el trato justo y equitativo de todos los ciudadanos estadounidenses y otros ciudadanos extranjeros que viajen a Cisjordania».
4) Dos mujeres condenadas a muerte en Irán: ¿persecución a la homosexualidad?
La organización de derechos humanos Hengaw, con sede en Oslo pero focalizada en la región del Kurdistán iraní, denunció que Zahra Sediqi Hamedani, de 31 años, y Elham Chubdar, de 24, fueron condenadas a muerte por «promover la homosexualidad». Según la entidad, estas dos mujeres lesbianas eran activistas LGBTIQ+ y su sentencia responde a la persecución del régimen iraní.
Amnistía Internacional también aseguró que Hamedani fue arrestada a finales de 2021 por su orientación sexual y por su defensa de los derechos del colectivo y que fue víctima de torturas.
No obstante, la agencia de noticias Mizan, que pertenece al Poder Judicial iraní, salió al cruce de las declaraciones y aseguró que «estas personas estaban acusadas de tráfico de mujeres a un país de la región con la promesa de trabajo y educación».
Hamedani y Chubdar fueron acusadas y condenadas por «corrupción en la tierra», un término que las autoridades iraníes utilizan para referirse a una amplia gama de ofensas, incluyendo aquellas relacionadas a contrariar la moral islámica.
- Dato: El Código Penal Islámico iraní criminaliza la homosexualidad y cuenta con castigos que van de latigazos a la pena de muerte. Una muestra de la postura del régimen son las declaraciones del líder supremo iraní Ali Khamenei, que en marzo describió a la homosexualidad como una «depravación moral» muy extendida en Occidente.
5) El grito de ayuda de un periodista sirio, ignorado por Francia
Hussam Hammoud es un periodista sirio que colaboró durante años con medios franceses –entre ellos, Radio France, Mediapart y esta casa France 24– así como de otros países, incluyendo BBC o The Guardian.
Sus investigaciones se han centrado en el terrorismo y, sobre todo, en revelar crímenes del autodenominado Estado Islámico (EI). Incluso, en 2019, junto a la periodista francesa Céline Martelet, entregó documentos inéditos sobre el grupo a la Fiscalía Nacional Antiterrorista de Francia, que luego le reconoció «un trabajo muy importante».
En octubre de 2019, el reportero se vio obligado a huir de Raqqa tras la retirada de la coalición internacional, por temor a las represalias de las organizaciones terroristas. Llegó a Turquía como refugiado, desde donde continuó su labor y reveló detalles sobre la financiación del EI. Sin embargo, como otros miles de exiliados sirios, corre el riesgo de que Turquía lo deporte a Siria, lo que supondría una sentencia a su vida.
Frente a este escenario, Hammoud hizo una solicitud de visa humanitaria a Francia, con la esperanza de ser aceptado al igual que otros periodistas sirios en el pasado. Pero el 5 de septiembre, y con un escueto correo electrónico, las autoridades francesas le denegaron su petición. A través de Twitter, el reportero cuestionó a los funcionarios por «destruir» su vida y sus sueños.
Tras conocerse el rechazo, sindicatos y organizaciones de periodistas firmaron un comunicado conjunto para reclamar que las autoridades otorguen la visa a Hammoud. «Francia no puede permanecer callada e indiferente ante su destino, cuando tiene el poder de actuar y proteger a un periodista que arriesgó su vida para informar a nuestros conciudadanos, y que hoy se encuentra más amenazado que nunca a causa de la profesión que ejerce», afirmaron.
Y como despedida, la imagen de la semana es una en la que no aparece su protagonista. Jafar Panahi no pudo recibir en sus manos el premio especial que el jurado de la Mostra de Venecia le concedió a su película ‘Khers Nist’ (en inglés, ‘No Bears’), debido a que Irán lo mantiene encarcelado desde julio. El reconocido director fue condenado a seis años de cárcel por denunciar algo que refleja en este filme ganador: la falta de libertades en Irán. Por todo ello, recibió una gran ovación y la mención de su par italiano Luca Guadagnino.